Hace un tiempo te compraste un nuevo smartphone que prometía ser la bomba. Sin embargo, pasado un tiempo estás fastidiado porque parece que tienes un Android lento, aunque en la caja ponga que tiene ocho núcleos.
¡No te preocupes! Hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar el rendimiento y conseguir que tu Android vuelva a ser rápido. Te vamos a dar una serie de consejos, válidos para cualquier smartphone Android. ¡Presta atención! De ello dependerá el porvenir de tu teléfono.
Memoria a punto de colapsar
Puede ser que tengas miles de fotos, aplicaciones, descargas almacenadas… Que llevan siglos en tu móvil pero ya ni recuerdas que las tenías. Comprueba cuánto espacio libre queda en tu memoria en los ‘Ajustes del teléfono > Almacenamiento’. Verás la cantidad de espacio utilizada y disponible tanto en el dispositivo como en la tarjeta SD, si tienes una.
También puedes liberar espacio si desinstalas las aplicaciones que no utilizas. Existen otras formas de liberar espacio, como borrar los archivos descargados que no has vuelto a abrir. Ve a ‘Descargas’ dentro del menú ‘Almacenamiento’.
Además, muchas aplicaciones crean archivos en la caché del dispositivo para acelerar sus procesos. Borra la caché y agilizarás la velocidad de procesamiento del móvil. Para ello, pulsa en el apartado ‘Datos en caché’.
Widgets en la pantalla de inicio
Aunque los widgets pueden ser muy útiles, tener demasiados puede ser contraproducente, dado que consumen muchos recursos. Si tienes widgets que de verdad no necesitas, lo mejor es eliminarlos.
Además, puede que te guste decorar tu pantalla de inicio con fondos dinámicos, como los que te enseñamos al hablarte de aplicaciones de Navidad. Quedan genial, desde luego, pero también utilizan recursos de una manera algo inútil, ya que estos fondos de pantalla no son vitales para el funcionamiento de tu smartphone. Si tu Android va lento, deshazte de ellos seleccionando el fondo en la configuración de pantalla dentro del menú de Ajustes, y pon uno estático.
Cierra aplicaciones y libera memoria RAM
Cuando abres aplicaciones, quedan después en segundo plano consumiendo recursos. A veces tienes tantas aplicaciones abiertas, sin darte cuenta, que el teléfono te está pidiendo un respiro porque está a punto de entrar en parada cardiorrespiratoria.
Al cerrarlas notarás una mejoría significativa en la velocidad del dispositivo. Puedes hacerlo cerrándolas de una en una. Según la versión, también puedes darle a “Cerrar todo” para aliviar tu smartphone de golpe.
Mantén el móvil actualizado
Las actualizaciones de Android están por un motivo. Las nuevas versiones suelen subsanar errores encontrados en otras versiones y mejoran la estabilidad del sistema, lo que repercute en la velocidad. En la configuración del sistema puedes comprobar si hay una actualización disponible para tu dispositivo.
Ve a ‘Ajustes’. En la parte inferior del menú encontrarás una sección denominada ‘Acerca del dispositivo’, donde encontrarás tanto la versión de Android que tienes instalada como una pestaña denominada ‘Actualización de software’, donde podrás ver si hay actualizaciones.
Recuerda desactivar los servicios móviles
Muchas veces, después de usar servicios como el GPS o el bluetooth, te olvidas de desconectarlo. Estos servicios son muy útiles, pero si los dejas conectados innecesariamente puedes entorpecer el funcionamiento del equipo, además de drenar la batería mucho más rápido.
La mejor sugerencia es desconectar siempre estos servicios después de usarlos.
Otra solución, aunque sea algo más drástica, es hacer borrón y cuenta nueva: te contamos cómo formatear tu móvil para que lo tengas como recién salido de fábrica, literalmente.