Hoy vamos a hablar del Internet de las Cosas. De cómo, dispositivos que normalmente no se han conectado nunca a la red, lo hacen ahora para mejorar sus prestaciones.
Esto permite que los aparatos de siempre sean capaces de hacer mucho más y facilitarnos la vida. Además de altavoces o termostatos inteligentes, que son cada vez más comunes en nuestras casas, otros aparatos menos conocidos también se están conectando.
¡Veamos algunos de ellos! Seguro que más de uno te resulta sorprendente además de útil.
Cepillarse mejor los dientes, gracias al Internet de las Cosas
Algunos cepillos de dientes ya vienen con conexión a tu teléfono, app propia y recogida de datos. Gracias al Internet de las Cosas, esos datos se almacenan en la nube y se comparan. ¿Y esto de qué nos sirve?
El cepillo nos da feedback en tiempo real de si nos estamos lavando bien los dientes, por ejemplo. Además, nos dice qué zonas lavamos mejor o peor, e incluso puede gamificar una actividad tan cotidiana.
Es decir, recoge datos de todos los usuarios y cómo lo hacen para crear una competición y dar puntos que te permiten subir en el ranking de los que mejor lo hacen.
Para niños (y no tan niños) convierte algo aburrido como es una tarea de higiene cotidiana, en algo divertido, un juego. ¡No es mala idea!
Jugar y vigilar a tu mascota mediante el Internet de las Cosas
Cuando estamos fuera, o nos vamos a trabajar, nuestra mascota se tiene que quedar sola, y seguro que aburrida. Ya no, gracias al Internet de las Cosas. Algunos dispositivos, como el Petcube, permiten tener un comedero para mascotas, pero que hace muchas más cosas.
Gracias a estar conectado, tiene una cámara que te permite ver desde tu móvil qué hace tu mascota, ¡pero también muchas más cosas! Puedes interactuar con ella a través del micrófono, activar el mecanismo y que le dé comida, jugar gracias al láser que lleva incorporado…
Así, el Internet de las Cosas no solo mejora tu vida, sino también la de tus animales.
Cerraduras y candados inteligentes
Los ladrones lo tienen cada vez más difícil con el Internet de las Cosas. Las cerraduras inteligentes para la puerta de la casa son una realidad. Conectadas a la red, te avisan de intentos de apertura, además de que solo se abren a través de tu móvil, usando aplicaciones seguras.
¡Y no queda ahí la cosa! El sistema se está extendiendo a candados y dispositivos de seguridad para bicicletas, motos y otros vehículos, de manera que aumentan la seguridad y te avisan de cualquier incidencia.
La cocina conectada
Además de las neveras, pioneras en usar nuevas tecnologías, muchos aparatos de cocina se han conectado al Internet de las Cosas.
Desde un escáner que lee fácilmente códigos de barras de lo que gastamos, y hace la lista de la compra para que Amazon nos traiga todo, hasta cubos de basura.
¿Y para qué quieres un cubo de basura conectado a Internet?
Pues va tomando nota de lo que estás tirando y, teniendo en cuenta las compras que hayas hecho, calcula si se te ha acabado algo. ¡Sin que tú tengas que hacer nada!
Estos son solo unos ejemplos de cómo, el Internet de las Cosas, hace nuestra vida cotidiana mucho más fácil. Aunque no lo parezca, hay muchas ventajas en tener todo conectado a la red y controlado por nuestros móviles. ¿Qué te parece?