Si dedicas más de seis horas al día a los videojuegos, sabrás la importancia de tener un buen monitor. Pero, ¿cuál elegir para no arrepentirse? Te contamos todos los factores que tienes que tener en cuenta a la hora de hacer tu elección.
¡Manos a la obra!
Frecuencia de refresco
La frecuencia de refresco es el número de veces que los monitores de PC actualizan con nuevas imágenes cada segundo. Es decir, si tu monitor tiene 60 Hz significa que la pantalla se actualiza 60 veces por segundo.
En el mundo del gaming, el nivel óptimo de una pantalla está entre los 120 y los 44 Hz y nunca debemos usar uno inferior a los 60 Hz.
Cuanto más alta sea esta, más nítidas percibiremos las imágenes. ¡Simple, como nos gusta en Lowi!
Tiempo de respuesta
El tiempo que tarda un píxel en cambiar de color es un factor clave para la resolución de la imagen. Se expresa en milisegundos y lo ideal para un monitor de gaming es que su tiempo de respuesta sea igual o inferior a los 5 ms para ofrecer una buena experiencia al usuario.
Si es superior, podríamos llegar a ver destellos y sombras molestas a los ojos, ya que en ese caso los píxeles son incapaces de ir a la misma velocidad que la cantidad de colores que se suceden en las distintas escenas del videojuego.
Tecnología del panel
El tipo de panel que elijas será determinante para el día a día de tu hobbie. Te contamos los tres tipos que existen y sus ventajas e inconvenientes:
- Panel TN: tienen un gran tiempo de respuesta para cambiar de color y se recomiendan para juegos muy competitivos. Ah, y es el más barato. Eso sí: tiene más defectos que otros porque su tecnología es la más antigua. Por ejemplo, la representación de colores no es igual que en los otros monitores y cambian dependiendo del ángulo de visión.
- Panel IPS: es el panel que mejor representa los colores, ofreciendo una imagen viva y vistosa. Si eres de los que juega relajados y disfruta de la imagen esta es sin duda tu mejor opción. ¿Sus contras? El precio, que es el más caro, y el ghosting de la imagen, las fugas de luz o la alta latencia, algo que afecta al jugar a videojuegos competitivos.
- Panel VA: son anteriores a los IPS, por lo que la aparición en el mercado de estos últimos los eclipsó y se dejó de profundizar en ellos, aunque algunas compañías están retomando ahora su uso. Sus ventajas son que refresca muy rápidamente la imagen, cuentan con gran brillo y tienen más de 144 Hz. Por contra, los tiempos de respuesta no son los mejores y, aunque se parece a los paneles TN, representan los colores de forma más fiel.
- Paneles OLED: unos de los paneles más recientes del mercado. De este listado, son los que mejor calidad de imagen presentan, pues su tiempo de respuesta es de tan solo 0,01 ms. Aunque uno de sus puntos débiles es no haber resuelto todavía los quemados de las pantallas que los usan.
Tarjeta gráfica
Uno de los defectos visuales que sufren los videojuegos es el tearing. Es el efecto que se produce cuando aparecen líneas horizontales que cortan la imagen. Para evitar estos retardos de sincronización, tienes que comprar un monitor que sea compatible con el sistema de tu tarjeta para que ambos puedan trabajar a la vez. Existen dos tipos de actualización adaptativa:
G-Sync de Nvidia es un chip que hay dentro de algunos monitores y que permite sincronizar la imagen que sale de la gráfica y solo funciona con gráficas de la misma marca. Por su parte, Freesync es compatible tanto con las tarjetas de AMD con con Xbox One.
Lo ideal es elegir una tarjeta gráfica que nos permita jugar a 1080p con la máxima calidad de imagen y con una cadencia media de al menos 60 FPS.
Puertos y conexiones
Aquí sí importa la cantidad. Cuantos más, mejor. Asegúrate de que tu monitor tenga al menos una conexión HDMI y otra DisplayPort para poder cambiar entre distintas entradas desde los controles de tu pantalla. Ambos transfieren audio y vídeo, algo que te permite reproducir el sonido a través de los altavoces sin necesitar más cables.
Pero, pero, pero ¿de qué monitores estamos hablando, Lowi?
El más vendido de este año es el ASUS ROG STRIX XG32VQ 31.5. Es curvo, tiene 32 pulgadas y una frecuencia de actualización de 144 Hz personalizable. Además, cuenta con la tecnología de iluminación ASUS Aura Sync.
De marca LG, recomiendan el LG 34UM69G-B de 34 pulgadas, panel IPS con tasa de refresco de 75 Hz y un tiempo de respuesta de 5 ms.
De Samsung, el LC49HG90DMUXEN. Es el más caro, pero el de mejor gama. Es curvo y tiene una dimensión ultrapanorámica de 49 pulgadas. Su panel es VA con resolución 3840×1080 px y su tasa de refresco es de 144 Hz. Además, su tiempo de respuesta es solo de 1 ms.
Y, de HP, el 25x. Tiene 24,5 pulgadas, una resolución 1080 px y panel TN con retroiluminación con leds. Su tasa de refresco es de 144 Hz y tiempo de respuesta de 1 ms.
Y ahora, la pregunta del millón: ¿Pantalla curva o recta?
Si pasas muchas horas delante de la pantalla, puede que lo que estés buscando sea un monitor curvo, pues te adentrarás más en la experiencia y tus ojos se cansarán menos. Pero ten en cuenta que no todos los videojuegos están todavía adaptados a ese tipo de visión.
Si usas el ordenador para otras cosas y eres de los que se arriesgan más bien poco, quizá el plano sea más polivalente y seguro.
¡Cuestión de gustos!
¿Todavía no tienes fibra y móvil Lowi? Compres el monitor que compres, contrátala y juega a velocidad de vértigo.